El mandatario chileno termina su gobierno con la peor imagen de todos los presidentes de la democracia.
Incluso por debajo de Augusto Pinochet.
La evaluación positiva de la gestión de la pandemia y vacunación no logró revertir los cuestionamientos por el
estallido social de 2019 y las crisis de violencia en el sur y el norte del país.
La última encuesta Cadem, a tres semanas del final del mandato presidencial, mostraba una aprobación del Mandatario de apenas un 21%, mientras que la desaprobación al mismo marcaba un 72%.
Nunca habíamos tenido un porcentaje con menos apoyo que Pinochet, nunca, nunca en los 30 años que yo llevo haciendo encuestas”, dijo la directora de Latinobarómetro y fundadora de MORI, Marta Lagos.
A pesar de la buena gestión de la pandemia del covid-19, no fueron años calmos para Chile: una crisis social que no fue bien manejada, más una crisis migratoria fuera de control.
El descontento transversal en la población chilena opacó la gestión en la pandemia.
Chile muestra una de las mortalidades más bajas por COVID-19 entre los países de la región.
La migración irregular en el norte de Chile, que comenzó hace un año,
se proyecta como una profunda crisis humanitaria sin precedentes en el país.
Ese será uno de los retos más espinosos que el Gobierno saliente de Sebastián Piñera deja en herencia a la administración entrante,