La inseguridad alimentaria, la degradación de los suelos y la escasez de agua en distintas zonas del planeta son problemas que interpelan al mundo entero. Las advertencias de los expertos.
La irrupción de la pandemia y la guerra desatada por Rusia contra Ucrania generaron un gran impacto en la seguridad alimentaria y en el acceso a bienes de primera necesidad en los países en vías de desarrollo.
El panorama del hambre mundial es alarmante.Según las cifras difundidas por la ONU, en los últimos dos años se registró un aumento que en 2020 pasó del 8% al 9,3% y en 2021 afectó al 9,8 %.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) de aquí al 2050 la agriculturatendrá que producir casi un 50% más de alimento para satisfacer la demanda mundial.
El deterioro de la calidad de los suelos es uno de los retos que exigen compromisos y acciones más firmes. Según datos de la FAO, un tercio de las tierras del planeta sufren un proceso de degradación.
Se estima que en 2050 tres cuartas partes de la humanidad vivirá en zonas áridas y un cuarto lo hará en zonas con escasez crónica de agua potable.
En las últimas dos décadas la deforestación privó al planeta de 420 millones de hectáreas y, entre 2010 y 2020, las mayores pérdidas se dieron en América del sur y África.