Según datos difundidos por UNICEF, 3 de cada 10 personas en el mundo no tienen los recursos necesarios para higienizarse las manos en sus hogares. ¿Por qué esta práctica es fundamental para la salud?

Lavarse las manos es uno de los hábitos más importantes para prevenir, por ejemplo, patologías infecciosas y transmisibles como gripe y COVID.

¿Cómo comenzó esta práctica? A mediados del siglo XIX miles de pacientes fallecían al dar a luz y los centros médicos eran conocidos como casas de la muerte u hogares de la peste.

Por este motivo, el médico húngaro Ignaz Semmelweis promovió entre sus colegas la instalación de un espacio con agua y jabón afuera de las salas de las clínicas. Así los fallecimientos se redujeron 18%.

Si bien algunos doctores lo trataron de loco e hicieron caso omiso de esta moción, los datos le dieron la razón. Por este motivo, se comenzó a parir en hospitales, algo que antes era rechazado.

Lavarse las manos con agua y con jabón reduce 50% las diarreas infantiles y 25% las infecciones respiratorias.

Antes de comer y cocinar

Antes de amamantar

Después de ir al baño o cambiar pañales

Luego de sonarse la nariz, estornudar o toser

¿Cuándo se debe lavar las manos?

Luego de visitar a un paciente enfermo o contagiado

Al estar en contacto con residuos

Al estar en contacto con animales

Después de tocar alimentos crudos y antes de tocar comidas cocidas

Después de llegar a casa