“En las personas que sufren depresión, el pensamiento negativo domina la visión del pasado, del presente y del futuro. A esto se le agrega la falta de interés e incapacidad para experimentar placer o satisfacción, reduciendo la posibilidad de realizar tareas que antes se disfrutaban”, explicó la licenciada María Cristina Díaz, especialista en Mindfulness del departamento de Psicoterapia de INECO.
El mindfulness es el entrenamiento de la atención o conciencia plena, capacidad innata del ser humano, que se cultiva y desarrolla mediante la práctica de la meditación, dando lugar a una autoobservación adaptativa con la finalidad de estabilizar la mente para poder ver con claridad la vida momento a momento, potenciando el cuidado de uno mismo y asumiendo un rol activo en el autocuidado de la salud.
“Aumentar la conciencia es esencial para prevenir recaídas en la depresión, permitiendo captar los cambios sutiles de estados de ánimo y físicos que indican la activación de modos mentales depresivos. Esto facilita el reconocimiento de emociones y pensamientos negativos, como autocríticas y juicios”, señaló la especialista de INECO.
Practicar la atención plena en la respiración. La respiración es una poderosa aliada en la práctica de mindfulness.
Comenzar cerrando los ojos, sentado en una silla y con la columna recta, con las tensiones necesarias sin forzar ni tensionar dicha postura.
Intentar practicar diariamente aumentando el tiempo de duración de esta práctica, conectando con el aire que se inhala y el aire que se exhala.