La leishmaniasis visceral (LV) es una enfermedad crónica producida por un parásito microscópico llamado Leishmania chagasi, que se encuentra principalmente en zonas tropicales y subtropicales.

Afecta tanto a perros como a humanos, principalmente a niños menores de 5 años. Según la Organización Panamericana de la Salud, cada año se registran, en promedio, 3.500 casos con una tasa de letalidad del 7%.

La infección se produce a través de la picadura de un insecto volador llamado flebótomo que actúa como transportador del parásito Leishmania.

Fiebre Aumento del bazo Aumento del hígado Palidez causada por anemia grave Pérdida de peso

Síntomas:

Otros signos y síntomas secundarios incluyen trastornos respiratorios o gastrointestinales, como vómitos y diarrea.  En los casos graves hay desnutrición y edema en los miembros inferiores.

Higiene de los espacios y fumigación, tanto interior como exterior  Mantener limpios patios y jardines  Eliminar la materia orgánica, como las hojas  Juntar la materia fecal de animales y los residuos.                                    

Cuidados:

La enfermedad se ha detectado en 13 países de la región:  Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Paraguay, Uruguay y Venezuela.