La comida de producción industrial tiene un objetivo: ser irresistible. Pero existen consecuencias directas en la salud como el sobrepeso, la obesidad y la diabetes. ¿Qué dicen los expertos?

Muchas personas ingieren comidas altas en grasa o azúcares cuando quieren energía durante el día. Sin embargo, estas sustancias pueden causar adicción.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo, más de mil millones de personas son obesas:

39 millones de niños

650 millones de adultos

340 millones adolescentes

La adicción se suele relacionar con el alcohol, el cigarrillo u otra clase de sustancias. Sin embargo, la compulsión por la comida afecta hasta al 14% de los adultos.

La industria alimenticia, desde la incorporación de los alimentos ultraprocesados, apela a los sensores de grasa y azúcar que tiene el organismo. El objetivo es la liberación de dopamina, conocida como la “hormona de la felicidad”.

Esta sustancia es un neurotransmisor que no eleva el placer, sino que impulsa al organismo a repetir comportamientos. De esta manera, cuánta más se libere, es más probable que se reitere el comportamiento.

Las investigaciones indican que los alimentos ricos en grasa y azúcar pueden elevar la dopamina en el cuerpo hasta un 200%, una cifra equivalente se registró con la nicotina y el alcohol.