Un estudio de la Universidad del Sur de Australia revela que el teletrabajo mejora la salud física y mental de los empleados gracias a la flexibilidad y la capacidad para organizar su jornada.

El estudio, realizado con pulseras Fitbit Charge 3 y cuestionarios detallados, monitoreó la actividad física, tiempo de ocio, rutinas de trabajo y hábitos alimentarios de los empleados.

Durante el confinamiento, los empleados que trabajaban desde casa dormían en promedio 27 minutos más al día, aunque también hubo un ligero aumento en el consumo de alcohol.

El teletrabajo reduce significativamente el tiempo dedicado a los desplazamientos, permitiendo a los empleados usar ese tiempo para trabajar más o cuidar de la familia, ganando hasta una semana libre al año.

La investigación sugiere que esta práctica no solo responde a una necesidad emergente durante la pandemia de Covid-19, sino que también puede posicionarse como una opción válida y beneficiosa a largo plazo.

Los teletrabajadores dedican un 33% más de tiempo al ocio y a actividades físicas, lo que reduce el sedentarismo y mejora la salud en general.

Según el estudio, la proximidad a sus cocinas permite a los teletrabajadores consumir más aperitivos saludables, lácteos, frutas y verduras, promoviendo una alimentación más nutritiva.

Por último, los investigadores detallaron que el teletrabajo reduce la contaminación y la demanda de infraestructuras corporativas, aunque advierten que debe haber un equilibrio para evitar el aislamiento y problemas de desconexión del entorno laboral.