La demanda de alquileres temporarios en Argentina ha disminuido un 40% debido a la incertidumbre económica y la caída del turismo, según informes recientes del sector inmobiliario.

Ante la baja demanda, los propietarios están reconsiderando sus estrategias, optando por ofrecer contratos de alquiler de mayor duración, que van desde un mes hasta un año.

Darío Rizzo, CEO de Alternativa Propiedades, explicó a Infobae que la demanda de público extranjero cayó, reduciendo la rentabilidad de estos alquileres, especialmente para períodos de hasta 30 días.

"Turistas de los países limítrofes dejaron de visitar la Argentina para hacer compras y turismo debido a la inflación en dólares. A eso se le suma el aumento de los costos de mantenimiento para los propietarios por la suba de tarifas y que en estos alquileres se incluyen todos los gastos", señaló.

“No solo el contexto económico influyó en esta caída, sino también la sobreoferta en el sector (hasta inicios de año había casi 20.000 departamentos en la ciudad de Buenos Aires), que atrajo a muchos propietarios espantados por la Ley de Alquileres y atraídos por las altas rentabilidades”, precisó Ignacio Mel, director de Mel Propiedades.

Muchos propietarios están volviendo a opciones de alquiler tradicional, aunque enfrentan desafíos para vaciar sus propiedades de muebles y equipamiento.

Los contratos de alquiler de corto plazo requieren documentos específicos, dependiendo de si el inquilino es extranjero o local y no exigen garantía. Además, los costos de mantenimiento son mayores en alquileres turísticos y menores en alquileres de corto plazo y tradicionales, lo que afecta la rentabilidad neta.