Gracias al arduo control de la población, China logró mantenerse durante varios meses con pocos casos de COVID-19.
Sin embargo, ahora vive el peor rebrote de los últimos dos años, lo que llevó al régimen a aislar a 9 millones de personas en el noreste del país asiático.
Es el confinamiento más grande desde el impuesto en la ciudad de Xi’an entre diciembre y enero, que tuvo a 13 millones de personas sin posibilidad de salir de sus casas.
Los habitantes de la ciudad de Changchun tienen restringida la circulación. Solo un miembro de cada familia puede salir de la casa cada dos días “por razones de fuerza mayor”.
6Se registraron 1.369 casos positivos en 24 horas, según cifras del ministerio de Salud. De ese total, las autoridades detectaron 158 casos importados y 814 casos asintomáticos.
Es la tasa más alta registrada por China desde la primera fase de la pandemia.
Sin embargo, la cifra sigue siendo muy baja comparada con las del resto del mundo. Por ejemplo, Alemania registró un récord de contagios esta semana, con más de 260.000 nuevos positivos.
Desde que comenzó la pandemia, el régimen de Xi Jinping ha reportado un balance oficial de poco más de 100.000 casos y 4.636 muertes.