El PSG terminó la primera mitad de temporada con un saldo positivo. Clasificó a octavos en la Champions League y es líder de la Ligue 1.
Pero no todo es color de rosas en París...
Con la mirada puesta en Kylian Mbappé, Neymar, Messi y Sergio Ramos, el periódico francés L’Equipe se refirió a que los privilegios que tienen estas estrellas provocaron tensiones en el vestuario.
El primer problema que se encontró Mauricio Pochettino fue la disputa entre Navas y Donnarumma.
Ambos exigían minutos de juego, por lo que el DT se vio obligado a generar una rotación de arqueros.
Pero este es un conflicto menor dentro del plantel.
En el vestuario se formaron dos clanes: Los sudamericanos -y allegados- y los franceses.
Por un lado, Leonardo, Director Deportivo del club, perdonó un acto de indisciplina de su compatriota Neymar, cuando dejó plantado en un acto a un grupo de patrocinadores.
Para celebrar la obtención de su séptimo Balón de Oro, Lionel Messi reservó un restaurante.
Al otro día ni él, ni Paredes se presentaron al entrenamiento acusando “síntomas de gastroenteritis”
Por otro lado, el club accedió al pedido de licencia por tres días de Mauro Icardi para arreglar su relación con Wanda Nara.
Todas estas situaciones de “privilegios” cayeron mal en el vestuario del PSG y generaron una tensión que está llegando a un punto límite.
A pesar de las victorias y de los objetivos conseguidos este semestre, las alarmas parisinas están encendidas por una bomba que está a punto de detonar.