La medida entró en vigencia este viernes 25 de noviembre en aeropuertos y vuelos. Lo impuso la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria brasileña.

Se debe a un rebrote de COVID-19 en uno de los países más castigados por la pandemia en el mundo: acumula casi 690.000 muertes y más de 35 millones de infecciones.

El uso de mascarillas dejó de ser obligatorio el pasado agosto, pero ha vuelto a ser impuesto debido a los datos epidemiológicos.

Según el Consejo Nacional de Secretarías de Salud (Conass), en los primeros veinte días de noviembre el número de contagios superó los 95.000, con un aumento del 292% en relación al mes anterior.

La cifra de fallecidos no ha aumentado en la misma proporción, pero se ha mantenido en un promedio de 45 por día en las últimas dos semanas.

Instituciones científicas atribuyen el incremento de casos a un relajamiento de la vacunación.

De acuerdo a datos oficiales, de los 213 millones de brasileños, hasta ahora solamente un 49,2 % cuenta con la pauta completa de la vacunación.